Iniciamos una serie de 5 posts en la que vamos a hablar sobre clases de fuego según la naturaleza del combustible: Sólidos (Clase A).
La primera clase que vamos a tratar (Clase A) corresponde a los elementos sólidos.
En este sentido, se tratan los incendios que implican a sólidos inflamables.
Éstos, por lo general, suelen crear brasas y son, normalmente, de naturaleza orgánica.
Nos referimos a elementos como la madera, los tejidos, la goma, el papel o algunos tipos de plástico, entre otros.
La madera, por ejemplo, es un material que posee una alta capacidad de combustión.
Esta capacidad depende de varios factores, entre los que destacan:
- Humedad: si la madera es muy fresca tendrá un mayor retardo a la hora de arder, al contener una mayor cantidad de agua.
- Composición: existen maderas que arden antes que otras, según su origen, como por ejemplo el pino, que es una de las que mejor arde.
- Comburente: hace referencia a que a mayor cantidad de oxígeno mejor combustión.
- Tamaño: a menor tamaño más superficie de reacción y mayor facilidad para arder.
Clases de fuego según la naturaleza del combustible: Sólidos (Clase A)
En el último punto (tamaño), hay que tener en cuenta que la pirolisis se produce antes y la reacción en cadena también.
Por este motivo se producen explosiones de este tipo, sobre todo en el ámbito laboral.
Aunque no hay que descuidar, en ningún caso, otros ámbitos fuera del laboral.
Conociendo estas premisas de comportamiento de los sólidos, se pueden prevenir muchas situaciones de riesgo.
Dado esto, la planificación de los sistemas de prevención contra incendios adquiere un notable protagonismo.
El equipo técnico de M Conejero tiene muy en cuenta este tipo de condiciones para el desarrollo de cualquier tipo de acción en el entorno PCI.
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