En el ámbito de las instalaciones contra incendios, es fundamental comprender que el uso del agua como agente extintor no es siempre la solución óptima. Aunque comúnmente se asume que el agua apaga todo fuego, esta afirmación no siempre es válida. De hecho, puede incluso resultar contraproducente en ciertos escenarios. Por tanto, es esencial discernir cuándo el agua es efectiva y cuándo puede agravar la situación. Veamos a continuación cuándo no debemos usar agua en un incendio.
El agua, al ser un elemento incombustible, absorbe el calor y se transforma en vapor de agua al entrar en contacto con el fuego. Este vapor, al desplazarse, impide que el oxígeno alcance el combustible, lo que resulta en la extinción del fuego. Además, el agua contribuye al enfriamiento del material incendiado, lo que disminuye su temperatura por debajo del punto de ignición.
Situaciones en las que no se debe utilizar agua en un incendio
Incendios de aceite o grasa
El agua, al entrar en contacto con el aceite o la grasa caliente, se convierte en vapor, arrastrando consigo partículas de aceite que pueden avivar las llamas. Es preferible utilizar un extintor o un trapo húmedo para sofocar el fuego. En caso de incendios extensos, es vital evacuar el área y llamar a los bomberos sin intentar extinguir el fuego con agua.
Incendios de gas o gasolina
El uso de agua en presencia de fuego alimentado por gas o gasolina puede desencadenar una explosión. La prioridad en estos casos es abandonar el lugar de manera segura y solicitar ayuda profesional.
Incendios eléctricos
Debido a la conductividad del agua, utilizarla en incendios eléctricos puede provocar electrocución. Ante un incendio eléctrico, es fundamental cortar el suministro de electricidad, emplear extintores diseñados específicamente para este tipo de fuegos y evacuar la zona de forma segura antes de contactar a los bomberos.
En resumen, en Manuela Conejero nos preocupamos por educar sobre las prácticas seguras en situaciones de incendio. Ponemos énfasis en la importancia de conocer situaciones comprometidas y cuándo es necesario recurrir a otras medidas para garantizar la seguridad y minimizar los riesgos.
Photo credit: OU
