En esta nueva entrada de nuestro blog, vamos a destacar algunos aspectos de interés en la instalación de rociadores automáticos de agua en falsos techos.
Se denomina falso techo, cielo raso o plafón al elemento de construcción que se ubica a cierta distancia del forjado o techo propiamente dicho. Habitualmente se construye mediante piezas prefabricadas, por lo general de aluminio, acero, PVC o escayola. Estas piezas se sitúan superpuestas al forjado y a una cierta distancia, soportadas por fijaciones metálicas o de caña y estopa.
El espacio comprendido es continuo y permite el paso de instalaciones y canalizaciones eléctricas, de telecomunicaciones o de climatización, entre otras. Durante los últimos años, los falsos techos han experimentado un gran auge al estar fabricados en un material ligero, económico, seguro y aséptico.
Normativa aplicada a rociadores automáticos de agua para la protección de espacios ocultos (falsos techos)
Si la altura del espacio oculto en techo y suelo excede 0,8 metros medidos entre la parte inferior del techo y la parte superior del techo suspendido o entre el suelo y la parte inferior del falso elevado, estos espacios deben protegerse con rociadores automáticos de agua.
Por su parte, si la altura del espacio oculto en techo y suelo no es mayor que 0,8 metros, los espacios deben protegerse con rociadores solo si contienen materiales combustibles o están construidos con materiales combustibles. Se permiten cables eléctricos de tensión menor de 250 V, monofásicos, con un máximo de 15 cables por bandeja.
Respecto a la detección de incendios, no necesitan contar con cobertura independiente los huecos que tengan una:
- altura menor de 800 mm; y
- longitud menor de 10 metros; y
- anchura menor de 10 metros
Sin duda, debemos tener en cuenta estas situaciones específicas de falsos techos para garantizar una óptima prevención y protección. Desde Manuela Conejero recomendamos una especial vigilancia y atención en los sistemas contra incendios que cuenten con este tipo de circunstancias.