Nueva entrada para la nueva sección de nuestro blog en la que queremos destacar el rol de diferentes mujeres de referencia en el mundo empresarial. En esta ocasión contamos con Mayte Torregrosa.
Co-Propietaria de Gibeller 1924 S.L. y directora del departamento de relaciones públicas, comunicación y marketing del Grupo Gibeller, Mayte ha formado parte del prestigioso ranking “el 11 ideal del marketing en Alicante”.
Pertenece a la Junta Directiva de AEFA (Asociación de la Empresa Familiar de la Provincia de Alicante) y es propulsora, junto con la Concejalía de Cultura y el Ayuntamiento de Alicante, de las “Miradas de la Santa Faz”. Este proyecto fomenta a los jóvenes de todos los colegios de la comarca a continuar con la tradición del diseño del azulejo de la romería de la Santa Faz.
Además, es colaboradora en diferentes programas formativos de la Universidad de Alicante y ponente en diferentes foros empresariales.
Entrevista con Mayte Torregrosa
¿Cómo percibes el entorno actual de mercado tras la pandemia que estamos sufriendo?
Poco a poco nos vamos recuperando. Si hablamos del mercado en general, creo que ha habido una reactivación de casi todos los sectores, aunque cada uno con sus peculiaridades. En el sector del hogar, creo que ha habido un renacer.
La pandemia nos ha llevado a pasar mucho tiempo dentro de nuestras casas y esto ha hecho que las pongamos a prueba. Creo que ahora la gente tiene más claro que quiere invertir en la comodidad de su hogar y, sobre todo, qué no quiere. Con todo, el entorno se percibe como inestable más que por la propia pandemia, porque creo que hemos entrado en un ciclo de cambios en el que todo ocurre a una velocidad vertiginosa. Los escenarios cambian de un día para otro y esto genera esa sensación de adaptabilidad constante.
¿Cómo ves el futuro? ¿Qué tipo de amenazas y oportunidades detectas en el escenario próximo?
El futuro tiene que ver con esa capacidad de cambio y de reacción. Con nuestra visión para afrontar las oportunidades y detectar las amenazas antes de que estén aquí. Amenazas que hoy estamos viviendo en forma de conflicto bélico, político y sanitario. La invasión de Ucrania, la inestabilidad en las instituciones públicas y la sombra de la pandemia, tienen un alto impacto en la economía.
Te dediques a lo que te dediques, no hay sector al que no le afecten la subida de la energía, los problemas de suministro o las exportaciones. Las oportunidades creo que tienen que ver con las nuevas formas de comunicación. Hace una década, los consumidores tenían que venir a ti para que les ofrecieras materiales o productos. Ahora son ellos quienes los demandan y quiénes te cuentan lo que quieren a través de los demás medios y de las Redes.
Ahora, tenemos la oportunidad de escuchar a nuestros clientes 24/365 y conocer su universo diario. Esta nueva relación es muy poderosa y supone una oportunidad tremenda para crear nuevas experiencias que den salida a sus necesidades.
En tu desempeño como directiva, ¿cuáles consideras que son tus principales virtudes?
Mis compañeros más cercanos siempre me dicen que son la empatía y la intuición. La empatía me ayuda a conectar con las personas, ponerme en el lugar de los demás, ya sean compañeros, clientes o colaboradores. Me ayuda a saber qué necesitan o cómo podemos ayudarles a hacer mejor su trabajo o a tener un mejor servicio. Y para poder tener empatía, es fundamental la escucha, claro, contar con el equipo, estar siempre dispuesta…
También creo que hay mucho de intuición, que no es otra cosa que la experiencia acumulada. La intuición te ayuda a la hora de prevenir los problemas o adelantarte a determinadas situaciones.
Aparte dicen que soy muy tenaz. Me pasa igual en mi vida personal cuando fijo un objetivo, estoy muy encima hasta que se consigue: hay que ser perseverante.
¿Cómo percibes el rol de la mujer en los perfiles directivos en la actualidad? ¿Y en el futuro?
Como parte de un cambio de paradigma. Creo que, hasta ahora, el rol de directivo estaba asociado única y exclusivamente a los hombres y, por tanto, a las cualidades masculinas. Podríamos decir que la definición de “profesional” tenía que ver sólo con esas cualidades: cierta distancia, dureza, firmeza, anteponer el trabajo a todo, seriedad, etc.
Con la llegada de la mujer a los puestos directivos comienza a demostrarse que la definición de “profesional” puede ser mucho más. La mujer ejerce su liderazgo desde la empatía, desde la cercanía y el cuidado que nos caracteriza y, todo ello, sin dejar de ser estricta o precisa. Creo que el cambio ya está en marcha y que la mujer ha llegado para enriquecer mucho las empresas.
El futuro será el que nosotras queramos que sea. Hoy, todavía hace falta mucho andar, mucho contar por el camino con los hombres, que son los que están en disposición de abrir puertas y eliminar barreras. También con las leyes y la política, que aún tienen que facilitar mucho esta integración. En nuestra comunidad tenemos ejemplos fantásticos de esto. Mujeres más autoexigentes y la capacidad de gestionar y organizar muchas cosas al mismo tiempo.
Nombrar al ex presidente de la Asociación de la Empresa Familiar, Francisco Gómez. Un hombre muy visionario abriendo el canal para las mujeres directivas, quien creó la primera paridad de puestos en su directiva (mitad mujeres y mitad hombres), de la que formé parte. Además, nombró a la primera presidenta a nivel nacional en la Asociación de Empresa Familiar de Alicante, Maite Antón.
Para finalizar, ¿qué cualidades consideras como fundamentales en una mujer de perfil directivo?
Las mismas que en un hombre: buena comunicación para inspirar y motivar a sus equipos, empatía para poder ponerse en los zapatos de los demás, cercanía con el negocio y con las personas, conocimiento (y ganas de seguir creciendo en este conocimiento siempre), experiencia, compromiso y pasión por lo que hace.
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