En este post vamos a destacar las funciones de los sistemas de hidrantes en los sistemas de protección contra incendios.
El hidrante es un equipo que suministra una gran cantidad de agua en poco tiempo.
Este sistema permite la conexión de mangueras y equipos de lucha contra incendios.
También, el llenado de las cisternas de agua que utilizan los bomberos.
Se conecta y forma parte íntegra de la red de agua específica de protección contra incendios.
Existen dos tipos de hidrantes: los hidrantes de columna y el hidrante bajo rasante, también denominados de arqueta.
Sistemas de hidrantes en los sistemas de protección contra incendios
Dentro de los hidrantes de columna hay dos tipos.
El hidrante de columna seca es aquel que se vacía automáticamente tras su utilización, con el objetivo de protegerlo de daños por heladas.
Incorpora un sistema anti-rotura, que asegura la estanqueidad en caso de que pueda romperse por impacto.
Por su parte, el hidrante de columna húmeda cuenta con válvulas individuales que permiten el uso independiente de cada una de las bocas contra incendios.
En cuanto a los hidrantes bajo rasante o de arqueta, están especialmente diseñados para cuando se dan problemas de espacio.
Por ejemplo, en las aceras de las grandes ciudades, donde al permanecer bajo tierra se minimiza el riesgo de daño por heladas.
Algunas recomendaciones importantes sobre los sistemas de hidrantes son:
- Los hidrantes antiincendios deben instalarse de manera que resulte fácil su acceso y uso.
- La distancia entre cada hidrante contra incendios y la fachada de la zona protegida debe ser de entre 5 y 15 metros.
- La boca central del hidrante contra incendios debe estar direccionada en perpendicular a la fachada y de espaldas a ésta.
- Una zona protegida por hidrantes debe tener al menos un punto de instalación inferior a 100 metros en zonas urbanas y 40 metros en el resto.
- Los hidrantes antiincendios deben ubicarse en lugares muy accesibles, en espacios no destinados a la circulación y estacionamiento de vehículos
- Además, deben estar debidamente señalizados.
- Resulta fundamental que el hidrante, tras conectar todos los equipos de intervención disponga de un caudal mínimo de 500 l/m en cada boca.
- Si la instalación no puede conectarse a una red general, debe tener una reserva de agua y grupo de presión adecuados para proporcionar el caudal en el tiempo necesario.
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