En esta nueva entrada de nuestro blog hablaremos sobre prevención y protección contra incendios en hospitales. Los incendios en hospitales son, sin lugar a dudas, una gran amenaza para la vida y los recursos materiales. Estos singulares espacios cuentan cada día con una enorme cantidad de personas, con el condicionante añadido de que muchas de ellas pueden tener cierta incapacidad o disponer de movilidad reducida.
Por otro lado, los hospitales cuentan con equipos médicos de alto valor material, así como elementos inflamables que pueden contribuir a la propagación de un incendio. La importancia de la prevención y protección contra incendios en hospitales es manifiesta.
Estos lugares son entornos complejos que desarrollan un gran y diverso número de actividades y servicios. La naturaleza de su función provoca que surjan una serie de riesgos de incendio que pueden afectar la seguridad de pacientes, personal y visitantes.
Las infraestructuras hospitalarias cuentan con una gran cantidad de equipos médicos electrónicos. Éstos pueden representar un riesgo de incendio si no se utilizan, mantienen o almacenan adecuadamente. Un simple cortocircuito puede provocar un incendio, sobre todo si se produce cerca de materiales inflamables, como ropa de cama, cortinas o suministros médicos.
Por ello, las instalaciones eléctricas en hospitales, como paneles de distribución, enchufes y cables, entre otros, también pueden presentar un riesgo de incendio si no cuentan con el mantenimiento correcto. Cualquier cable dañado, una conexión suelta o la sobrecarga de los enchufes es motivo de peligro de incendio.
Prevención y protección contra incendios en hospitales
Otro aspecto a tener muy encantado cuenta son los diversos tipos de gases anestésicos y medicinales. Óxido nitroso y helio, entre otros, pueden ser altamente inflamables. El oxígeno, por su parte, puede ser un intensificador de un incendio. Su almacenamiento y manejo requiere de una alta precaución.
Lo mismo ocurre en el caso del almacenamiento de diferentes productos químicos que se dan cita. Desinfectantes, productos de limpieza y productos farmacéuticos pueden tener capacidad inflamable o reactiva, por lo que pueden arder o explotar bajo determinadas circunstancias.
Los focos de riesgo son numerosos y otro elemento importante para destacar es la acumulación de polvo y suciedad en los conductos de aire. A mayor volumen de residuos, mayor capacidad inflamable, lo que puede propagar rápidamente un incendio a través del edificio. Además, los sistemas de calefacción y aire acondicionado pueden tener un sobrecalentamiento o tener fugas de combustible. Esto es algo que puede detectarse con un mantenimiento exhaustivo.
Las áreas de cocina y preparación de alimentos en hospitales también pueden ser motivo de incendio. Estufas, hornos y freidoras, son algunas ejemplos de fuentes que pueden provocar incendios. También, es necesario tener una especial vigilancia ante la acumulación de grasa en las campanas extractoras y los sistemas de ventilación.
Desde Manuela Conejero, recomendamos garantizar el mantenimiento adecuado de los equipos de prevención y protección contra incendios en hospitales. De esta manera, se podrá garantizar un riesgo cero en incendios para pacientes, personal y visitantes.
Photo credit: TF