Protección contra incendios en residencias de ancianos

Protección contra incendios en residencias de ancianos

En Manuela Conejero trabajamos por y para la seguridad de las personas. En este sentido, la protección contra incendios en residencias de ancianos es un ámbito fundamental.

Las residencias de ancianos requieren una especial atención en su seguridad contra incendios. Además de las indeseadas situaciones que vemos ocasionalmente, se dan otros casos en los que el conato se queda en un susto gracias los sistemas de seguridad.

En estas situaciones en las que el incendio ha podido ser controlado con rapidez sin dejar daños personales debemos poner el foco. En este artículo hablaremos de las singulares características que requiere la protección de las residencias de ancianos.

Las residencias son espacios especialmente vulnerables en caso de incendio, debido a la reducida movilidad de los inquilinos y los cuadros de enfermedades cognitivas normalmente asociados a la edad avanzada. Por este motivo, tomar medidas de prevención e instalar sistemas de protección contra incendios son imprescindibles para garantizar la seguridad.

 

Protección contra incendios en residencias de ancianos
Protección contra incendios en residencias de ancianos

Nuestro consejo en la protección contra incendios en residencias de ancianos: ir más allá de las medidas obligatorias recogidas en la legislación

Algunas de las acciones básicas para la seguridad contra incendios de una residencia son:

  • crear zonas completamente seguras en cada planta donde el fuego no llegue (sectorización)
  • habilitar zonas de evacuación segura y tener al personal entrenado para ello
  • ignifugar los materiales (alfombras, cortinas, sillones, etc.)
  • reforzar los sistemas de seguridad contra incendios exigidos por la legislación, con rociadores automáticos de agua, uso de productos no combustibles en fachadas y evacuación de humos que despeje pasillos y vías de escape

Por otra parte, no debemos olvidar que el mantenimiento garantiza la seguridad. Una vez instalados los equipos de protección, debemos garantizar su eficacia y buen funcionamiento, aplicando el mantenimiento necesario. Estos equipos y sistemas están en reposo y solo se accionan en caso de incendio. Por ello, se deben cumplir rigurosamente las tareas de mantenimiento de todas las instalaciones y siempre deben ser realizadas por empresas especializadas y habilitadas para ello.

Desde Manuela Conejero, recordamos que las empresas autorizadas están definidas por el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios, RIPCI (R.D. 513/2017). Además, como apoyo, están las actas de mantenimiento de la Norma UNE 23580.

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